Cuando sólo tenía 14 años y todavía jugaba en la sexta división del Club Deportivo Rincón, el DT de Primera le vio condiciones y no dudó en hacerlo debutar en Primera. Así comenzó la exitosa carrera de Mario Poblete, marcador central aguerrido, como los de antes. Hoy, con 33 años y después de varios pasos por otros clubes de la provincia, regresó al club que lo vio nacer.
«Nací al lado de Rincón y arranqué ahí desde Baby Fútbol, hice inferiores y de sexta pasé a primera. Recuerdo ese partido. Fue contra el Deportivo Social y Cultural Angaco. Mi técnico era Gabriel Coqui Quiroga y la verdad que lo que sentí fue hermoso, los nervios del momento , la piel de gallina y las ganas de comerme la cancha no me lo olvido más», recordó en diálogo con La Excusa Deportiva.
Casado y con dos hijos también jugó en Villa Ibáñez de Ullum, Atlético San Miguel, Deportivo San Roque y Club Atlético Instituto La Laja.
Sin embargo, hay un club por el que siente un amor especial: «San Miguel, toda la familia de mi mamá es de ahí, mis tíos, mis abuelos jugaron ahí. Igual todos te dejan algo lindo, siempre resalto que se hacen muchas amistades y más en el fútbol del interior de la provincia».
Al momento de definir sus características de juego, no duda. «Soy un futbolista algo duro por el puesto en el que juego, pero también por la ventaja de usar ambos perfiles, ocupo cualquier lugar de la cancha haciendo jugar al equipo, sin problemas. Mi ídolo es Oscar Ruggeri, me volvía loco cómo metía», agregó este fanático de River.
A lo largo de su carrera logró varios títulos. Fue tricampeón con el Deportivo Rincón, también un torneo invicto con Atlético San Miguel, un campeonato Oficial con Instituto La Laja y el que Mario considera el más importante de su vida, la Copa de Campeones 2020, lograda también de manera invicta con El Diablo de Las Lomitas.